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Entrevista a Carmen Luciano

Por 12 diciembre, 2010octubre 6th, 2016Sin comentarios

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La Dra. Carmen Luciano, directora técnica del Instituto ACT y directora del Máster en Terapias Contextuales responde a las preguntas que nos han hecho llegar recientemente algunas personas interesadas en el Máster.

¿Cómo surgió la idea de organizar un Máster específicamente en Terapias Contextuales? ¿Por qué con estas características, duración, etc.?

Pues las razones han sido varias. Desde que se publicó el texto original, en 1999, y el manual en castellano por Wilson y yo misma, en 2002, han pasado un número de años suficientes para ir asentando el trabajo clínico y para avanzar en la investigación básica. Durante estos años, toda esta información se ha ido expandiendo en congresos, publicaciones, y cursos de formación. El interés por este trabajo ha tenido un crecimiento considerable en los últimos años. Por tanto, la demanda era clara y se hacía necesario organizar un máster específico, más allá de cursos puntuales. Un máster en el que hubiera una línea maestra en la formación básica de ACT con FAP y en la que se moldeen las habilidades precisas, que son muchas, y requieren una práctica sistemática y supervisada. Los cursos previos no llegaban a esas condiciones y, por tanto, los resultados eran limitados. Somos plenamente conscientes de que no existe, en estos momentos, otra oferta formativa de estas características en nuestro país. Es más, es el primer máster centrado exclusivamente en estas terapias a nivel internacional y es reconocido como pionero de una formación sistemática, organizada, y sostenida por los principios que explican el desarrollo de conocimiento y de habilidades.

Después de haber terminado el Primer Año de la Primera Edición, ¿cuál es su balance sobre el programa de formación propuesto?

Valoro muy positivamente el desarrollo del año por los resultados obtenidos. Los alumnos y los profesores hemos trabajado a fondo y ha merecido la pena sin lugar a dudas. Tanto los alumnos como los docentes estamos muy satisfechos. La evolución de los alumnos ha sido ejemplar, tanto en el avance sobre el conocimiento de las leyes que regulan lo que hacemos, como en la mejora de sus destrezas. Esperamos con confianza el segundo año para culminar el proceso de formación.

En el Máster hay una serie de cursos relacionados con el Análisis de Conducta más clásico y con la comprensión de la Teoría del Marco Relacional. ¿Por qué cree que un psicólogo clínico interesado en los problemas cotidianos de sus clientes tendría que conocer estos aspectos básicos del funcionamiento humano?

La investigación en análisis funcional no ha dejado de dar nuevos frutos durante décadas y ha aportado la tecnología que nos ha permitido disponer de multitud de claves para intervenir sobre el comportamiento humano. A ello se unen las investigaciones funcionales, relativamente recientes, sobre le génesis y la función del lenguaje y cognición, aunados en la Teoría de los Marcos Relacionales, que representan un avance sobresaliente en la comprensión radical de estos aspectos complejos del ser humano con importantes posibilidades para mejorar la intervención psicológica a nivel educativo, sanitario, clínico, y social, en general. Son determinantes para entender la “condición humana” y son determinantes, por tanto, para la comprensión y el cambio de los denominado trastornos psicológicos. Sin embargo, este conocimiento integral–y las habilidades que requiere su aplicación- todavía no está accesible en la mayoría de universidades. Cursar este Máster supone la posibilidad de formar parte de la avanzadilla de psicólogos que, a nivel internacional, están empezando a multiplicar la potencia de sus intervenciones gracias al acceso a una formacion básica que ajusta sus procedimientos, sus técnicas o métodos, a las leyes que regulan el funcionamiento del ser humano, en definitiva a las leyes que regulan la condición humana.

Se ha dicho que las Terapias Contextuales están de moda, que es meramente lo mismo que se sabe de siempre sólo con “otros ropajes”. Usted que está implicada en la investigación que sustenta estas terapias, ¿qué opina sobre esta afirmación?

La primera cuestión es diferenciar lo esencial de estas terapias de otras y entre ellas. Lo segundo es asumir que el trabajo que se ha hecho, se hace, y se hará, es el filtro que seleccionará qué términos o terapias perdudarán en el tiempo, cuáles serán consideradas validadas, y cuáles tienen sus métodos –y es algo distinto- con apoyo experimental.

Es natural que haya resistencia ante un grupo de terapias que entra en un sistema organizado. Siempre ha sido así y la validación empírica de una terapia exige un recorrido. Las Terapias Contextuales están situadas a distinto nivel en ese recorrido. En este sentido, es una buena noticia que ACT acabe de ser aceptada, como tratamiento empíricamente validado para el tratamiento del dolor.

Sin embargo, los fundamentos de una terapia van mucho más allá. Y es ahí donde de un modo descarnado se ven las diferencias radicales de ACT respecto de modelos previos. Es la investigación que a lo largo de veinte años –y especialmente la realizada en estos últimos – apoya la conceptuación y los métodos que se utilizan. El principal problema para entender las diferencias, no es mirar al uso de métodos o formas parecidas –que, sin duda, las hay-sino entender el fondo de la cuestión. Ese fondo es una comprensión radical (en el sentido de ir a la raíz) del ser humano, por tanto, de la formación y del papel “dado” a la cognición y del lenguaje en la regulación de la vida. Las diferencias, ahí, son determinantes. La investigación básica y aplicada (estudios que comparan distintos tratamientos) muestra las diferencias notables de diversos métodos para conseguir que, sin cambiar los contenidos cognitivos, cambie su credibilidad para la acción. Todo esto es completamente nuevo en relación a lo que teníamos y ha sido posible no sólo por la aplicación de ACT en comparación a otros tratamientos, sino también por la investigación que subyace a sus métodos y que requieren de una comprensión funcional del lenguaje y la cognición. Por tanto, entender estas terapias como una moda es una perspectiva distinta a la que se tiene si se profundiza en todo ello. Un efecto que es equivalente al que observamos cuando los profesionales han comenzado a formarse en ACT y comienzan a comprender de un modo distinto sus actuaciones. Lo importante de este proceso es que repercute en sus pacientes.

Este es el contexto que justifica el esfuerzo que hemos hecho para ofrecer este Máster. No quiero dejar de añadir que la presentación realizada sobre el mismo en la ACBS World Conference VIII celebrada en Reno (EE.UU.) ha despertado un gran interés como modelo pionero en la formación de ACT. Espero que la próxima edición tenga una influencia similar.